Sandro González es el único detenido por el crimen. Tenía antecedentes por abuso y por maltrato infantil. Su hermano está preso por femicidio.
En medio de la conmoción por el femicidio de Rosa Fernández, la mujer que estuvo 18 días desaparecida en Junín, se siguen conociendo elementos que revelan el oscuro perfil de Sandro González, su expareja y único detenido acusado por el crimen.
Con el avance de la investigación se supo que Rosa fue asesinada el mismo día que desapareció y que murió por “asfixia mecánica”. Un día después, González llevó el cuerpo a una obra en construcción en la que trabajaba, donde la enterró.
Una de las principales hipótesis en la causa sostiene que el detenido extorsionaba a la víctima con la cuota alimentaria de los tres hijos que tenían en común. Según indicó una fuente judicial a Crónica, el hombre la obligaba a tener relaciones sexuales con él para darle el dinero que le correspondía.
Sin embargo, no es esta la primera causa que enfrenta González en la Justicia. El sospechoso tiene otros procesos abiertos por abuso sexual de una menor y otro por la golpear a uno de sus propios hijos, de 5 años.
