Minutos después de las 2 de la mañana del martes, vecinos de calle Luis Mohr esquina Antártida Argentina. Dan aviso a través del 911, sobre el incendio que se desarrollaba en un contenedor de basura, ubicado en dicha intersección.
Al llegar al lugar personal policial, constata que el mismo estaba prendido fuego y ya derretido casi en su totalidad. Las llamas alcanzaron el poste de energía eléctrica.
Personal policial con la colaboración de los vecinos que acercaron baldes con agua, pudieron sofocar el incendio. El contendedor quedó destruido en su totalidad.
No es la primera vez que este tipo de hechos vandálicos suceden. Gran cantidad de contenedores fueron objeto de este tipo de situaciones.
Este tipo de hechos vandálicos no son gratuitos. El mensaje que debe llegar a las personas y como adultos hacia nuestros hijos, es que cada contenedor que se daña debe ser repuesto y que el dinero para pagarlos se obtiene gracias al pago de impuestos y es patrimonio municipal, es decir, un poco de todos nosotros. A esto hay que sumar que se afecta a personal de Guardia Urbana y policial para que constate el siniestro y de aviso a personal de bomberos. Es decir, por una «maldad» inexplicable e innecesaria, personal policial y de Guardia Urbana, dejan de trabajar en cosas más importantes y se afecta a bomberos a una salida por este motivo.
Cada contenedor de basura, tiene un precio aproximado a los 8 mil pesos, ese gasto multiplicado por la cantidad que hay que reponer producto del daño por el daño mismo, sin otra explicación, se traduce en restar dinero en otras cuestiones provocando así un gasto innecesario para el municipio, es decir, para todos nosotros, los vecinos.
