«La Patria NO era el otro»
Por Oscar Dinova, escritor mercedino -Ex militante de la UES, exiliado
Hace unas semanas, en nuestra querida ciudad vecina de San Andrés de Giles un hecho vinculado al resguardo de la salud pública nos conmocionaba; dos jóvenes concejalas del Frente de Todos se vacunaban utilizando las dosis que correspondían a personal de salud, seguridad o bomberos. El caso tuvo repercusión nacional y terminó con sus renuncias. Pero hay en este hecho, -repudiable claro- algo mucho más profundo que un error o una omisión; la falta de valores y códigos éticos que debieran, en principio, emanar de los militantes políticos, que justamente, se han atribuido la suma de la moral pública en el contexto de un “proyecto nacional y popular”. Es un relato, un mito. Y como tal, poderoso, por momentos aparentemente indestructible. Pero no seamos tan implacables con todos los militantes. La cuna de esta mentalidad está más arriba, en sus figuras fundacionales. Se han presentado desde el 2003 como los herederos de la juventud de los trágicos años ´70, su continuidad, el legado que llegó por fin al poder. Nada más falso.
Ni aquellos tiempos deben ser idealizados como puros e impolutos. Ni mucho menos, el kirchnerismo es la continuidad de los valores que motorizaron, en esa tumultuosa década, a vastos sectores juveniles, a militar por un cambio radical en la sociedad argentina. Dos ejemplos bochornosos nos ilustraron en las últimas semanas. La obtención por parte de la Vicepresidenta, Cristina Kirchner, de las pensiones retroactivas y acumuladas por parte de la Anses en una cifra obscena por lo millonaria y humillante hacia los jubilados que subsisten como pueden, con una jubilación que equivale a menos de un kilo diario de carne. La frutilla del postre fue haberse hecho exceptuar del pago del impuesto a las ganancias, lo que equivale a no contribuir desde su riqueza al concepto de bien general. Esta ideología del discurso revolucionario y la práctica depredadora del bien público hizo escuela. Una de las ministras de gobierno, Victoria Donda, -cuyos padres fueron cruelmente desaparecidos en la ESMA- que debe velar por el bienestar de las poblaciones originarias, explotaba a una doméstica extranjera y pretendía compensar sus bajos salarios con puestos y prebendas en el INAI (Inst.Nac.Asuntos Indígenas).¿Qué pensarían sus padres de esta bajeza? Mucho se puede y debe debatir de la militancia setentista.
Compartimos, entre otros graves errores, la imposibilidad de criticar las decisiones de las conducciones. Pero lo que no se puede discutir es aquél espíritu de entrega, el compromiso con un ideario y por sobre todo la coherencia entre el decir y el hacer. Nadie luchó para el confort, el enriquecimiento personal y la utilización servil del estado. Nadie se hacía rico militando o anteponía sus intereses a los de un ciudadano; estudiante, obrero o simple vecino. Nadie. Pero, como afirmara Marx, los hechos históricos primero se dan como tragedia y luego se reiteran como farsa. Héctor J. Cámpora fue dentista y vecino de San A. de Giles. Gracias a algunos de ellos pudo huir a tiempo de la captura dictatorial en esa misma ciudad ¿Cómo se explica, que en la localidad de quien diera su nombre para dar identidad a la agrupación simbólica del kirchnerismo; -La Cámpora-, dos funcionarias electas priorizaran su seguridad a la de la comunidad?¿Piensan ustedes que algún militante de aquellos años hubiera hecho algo semejante?
Dejo la respuesta en manos de ustedes. Pero se debe saber, -la historia lo confirma- que no hay relato, por poderoso que sea, que transforme nuestras quimeras y sueños juveniles en realidades permanentes. Tarde o temprano la verdad se impone, se puede ver en forma transparente. Después de todo, la distorsión está en nosotros, no en la falta de luz. O de ejemplos que muestren a los líderes políticos tal cual son o lo que verdaderamente persiguen. Sólo hay que abrir los ojos y verlos… aunque duela.
EL ESCANDALO AHORA ES EN CHIVILCOY: DENUNCIAN VACUNACION A JOVENES VINCULADOS A LA CAMPORA
Una fuerte polémica se vive en la localidad bonaerense de Chivilcoy luego de que se denunciara que un grupo de militantes de La Cámpora recibió la vacuna contra el coronavirus, pese a no integrar grupos de riesgo.
La polémica se inició este fin de semana en las redes sociales, donde diferentes usuarios y cuentas anónimas postearon fotos de los jóvenes recibiendo la vacuna Sputnik V, hasta ahora reservada para el personal de salud. En su mayoría las imágenes fueron subidas por los propios jóvenes en sus perfiles sociales.
Las publicaciones generaron un fuerte debate entre usuarios que cuestionaron la vacunación de personas jóvenes, en medio de las demoras en los planes de vacunación a raíz de los problemas de abastecimiento a nivel mundial.
A raíz de los cuestionamientos, desde la Región Sanitaria X -a la que pertenece Chivilcoy- indicaron que “el proceso de vacunación en la ciudad de Chivilcoy se está desarrollando con total normalidad y dentro de los protocolos establecidos por esta autoridad de competencia”. E indicaron que todas las personas vacunadas son “personal del sistema sanitario” a quienes se les administraron las dosis “luego de cumplir todos los requisitos establecidos”.
Además, agregaron que “la supervisión del cumplimiento de la vacunación al personal del sistema sanitario es responsabilidad del Hospital Municipal, debiendo solicitar acreditación del lugar de trabajo de cada persona que se presente con el turno para corroborar la veracidad de los datos”.
En ese sentido, desde La Cámpora explicaron que los jóvenes que recibieron la vacuna trabajan en las postas de vacunación o participarán del operativo en geriátricos, por lo que se encontraban autorizados para ser inoculados por razones sanitarias.
Por su parte, el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, desligó a la comuna del hecho, al señalar que “la responsabilidad neta y absoluta de esto es de la Región Sanitaria X, que es desde donde se confecciona el listado”. Y dijo que ese organismo “han presionado a nuestro secretario de Salud para que se respete dicho listado de turnos”.
Cuestionamiento e interna
En la polémica se metió también el Partido Justicialista de Chivilcoy, que emitió un comunicado exigiendo explicaciones “a las autoridades competentes”. En tanto, el dirigente peronista Agustín Barberi señaló: “Si estos pibes con cargos tienen algo de dignidad, el miércoles renuncien porque dan asco”.
La crítica obedece a la fuerte interna al interior del peronismo chivilcoyano, que mantiene divididos a dirigentes que respondían al exministro Florencio Randazzo con los referentes del kirchnerismo, y que en diciembre derivó en la ruptura del bloque de concejales del Frente de Todos. (