El comisario mayor retirado Carlos Perillo calificó como “desastroso” el operativo de seguridad durante la agresión a Javier Milei, cuando el mandatario recibió el impacto de una piedra contra la camioneta que lo trasladaba.
“Todo el proceso del operativo fue muy malo, realmente. La utilización de un vehículo inapropiado, como esa camioneta, puso en riesgo la integridad del Presidente. Yo creo que este hecho constituye claramente una tentativa de magnicidio. Si nos basamos en antecedentes que existen en la Argentina, las condiciones son las mismas: lo único que cambia es el medio utilizado. Y en este caso, esa piedra reunía todas las características como para causar una lesión grave o gravísima”, señaló.
Perillo explicó que la tipificación de un intento de magnicidio se sostiene en tres factores: la presencia de un jefe de Estado como objetivo, el medio empleado —en este caso, una piedra de gran tamaño y poder de daño— y la posibilidad concreta de que el ataque cause la muerte. “Por centímetros no sucedió”, remarcó.
El exjefe policial también cuestionó la reacción de las fuerzas de seguridad: “El vehículo que transportaba al Presidente fue detenido por la gente. Estamos hablando de unas 200 o 300 personas, de las cuales, con intenciones de agredir, podrían haber sido 50 o 100. En esa magnitud, si no estamos en condiciones de cuidar a un presidente, que además tiene compromisos internacionales delicados, el riesgo se multiplica”.
Perillo recordó su experiencia en operativos conjuntos con la Casa Militar y apuntó contra la falta de previsión: “No hubo un control adecuado del perímetro. Conozco esa calle: sobre Laprida hay tres contenedores de basura. Si alguien hubiese colocado un artefacto ahí, la camioneta podría haber volado. Todo muestra una preparación precaria”.
Finalmente, advirtió sobre la escalada de violencia en los ataques contra Milei: “Primero fue una botella, ahora una piedra. Mañana podría ser algo peor. Este es un hecho gravísimo que se podría haber previsto y evitado”.