Vecinos cansados de convivir entre disturbios y amenazas

Se procedió a clausurar una quinta ubicada en calle 538 entre Rivadavia y Bolivar, al constatar que se realizaba una fiesta clandestina con connivencia de menores y mayores, bebidas alcohólicas y cobrándose entrada.

Vecinos convocaron a personal policial, municipal y a este medio, para dar a conocer no solo lo que sucedía el sábado por la madrugada, sino toda la semana.

“Durante la semana hay desorden y los fines de semana se potencia. Motos, autos y los que convivimos acá, lo padecemos. Esto es cotidiano en el verano y en invierno no tanto. Tenemos denuncias y reclamos hechos”.

“Ésta semana se acercaron de la municipalidad a hablar con nosotros, habían pedido permiso para realizar un cumpleaños, algo normal y terminó en una fiesta clandestina con menores”.

“Encima recibimos amenazas” explicó un vecino.

Otro de los vecinos contó “Me dijeron que me iban a prender fuego el camión, lo tengo que meter adentro de mi casa. Esto pasa todos los días de la semana y los fines de semana es un caos. No se puede vivir, no se puede dormir y el dueño dice que el la alquila y que ese es un negocio”.

Una mujer explicó “A mi el dueño de la quinta, me propuso que me alquile una casa en el centro y alquile mi quinta y así no iba a tener quilombo. El me dijo hacé como hice yo, alquilo las casitas y yo me alquilo en el centro, ese fue el consejo del dueño, todos los vecinos de la zona tenemos que alquilar nuestras casa e ir alquilar al centro”.

“Nosotros compartimos la medianera donde el dice que tiene un salón de fiestas. Tuvimos que hacer una pared paralela a mi casa que nos salió 100 mil pesos. El responsable de lo que pasa acá es el y a nosotros ayer se nos subieron al techo, nos golpean las paredes y nosotros no sabemos si nos quieren robar o qué y además nos levantamos muy temprano para trabajar y no sabemos si nos van a prender fuego la casa. Yo pago un seguro de mi casa por las dudas que la gente que viene acá se les ocurra incendiar mi casa. Soy empleado de comercio, a veces no tengo ni para comprar un par de zapatillas y tengo que pagar un seguro”.

Destacaron que es imposible vivir así y que sucede desde hace 3 años.

“Uno no puede vivir pensando en si a la noche van hacer una joda, si van andar mamados. Vemos camionetas, cuatriciclos, motos y ni en la orilla de la vereda podemos andar y mucho menos los chicos porque es un peligro. Esto pasa a toda hora”

Se nota en el ánimo de los vecinos que aguantan hace mucho ésta situación.

“Necesitamos una respuesta, nos juntamos en la semana y hoy vinieron efectivos de la policía y Héctor Adaro de la municipalidad. Nosotros tenemos familia y necesitamos que las autoridades tomen cartas en el asunto y nos den una solución”.

“Nos vemos envueltos entre las amenazas y seguir conviviendo con esto” finalizaron.