Destacadas palabras del Presidente del Consejo escolar Darío Tuffilaro en el acto por el 212° aniversario de la Revolución de Mayo

El Presidente del Consejo Escolar, Profesor Darío Tuffilaro, fue uno de los oradores en el Acto Oficial por la Revolución de Mayo.

“Nos encontramos celebrando el 212° Aniversario de la Revolución de Mayo que no fue instantáneo, sino un proceso que se venía gestando en casi toda América. Es importante reconocer que cuando un pueblo toma la iniciativa de encarar un proyecto que implicará la transformación de su idiosincrasia, dos ingredientes se hacen imprescindibles, el valor y la decisión. El valor para llevar a cabo una proeza que pone en riesgo la seguridad de un estilo de vida. La decisión para actuar con firmeza en las situaciones extremas y adversas”.

“Es importante analizar concretamente qué cambió en 1810, si es que cambió y cómo la sociedad de castas dejó de serlo, cómo se transformó la economía, cómo se pasó de ser súbditos de la monarquía a ciudadanos de la república, qué implicó la república”.

“Está bien seguir celebrándolo, pero es interesante, añadir al discurso tradicional que no solo un grupo de hombres de las clases altas condujo ese proceso, sino que tuvo la intervención popular decisiva. Analizar el papel de las mujeres en ese proceso que están ausentes en discursos tradicionales, como ser María Remedios Del Valle Madre La Patria, Melchora Sarratea, “Macacha” Güemes por nombrar algunas, que no solo organizaban y participaban de reuniones políticas, sino que también, estaban en el frente de batalla”.

“Criollos y españoles se reunieron para formar un gobierno de emergencia frente al usurpador francés. Pero los criollos, ya tenían en sus corazones el germen del espíritu independiente y democrático que alcanzaría su punto culminante en el Cabildo Abierto. Es desde ese momento que el país se plantea dejar de ser colonia para formar una nueva nación de ilustres figuras y grandes cualidades. El valor y las condiciones militares de Saavedra, la pasión democrática de Moreno, la decisión de Juan José Paso, la valentía e inteligencia de Manuel Belgrano, la erudición de Castelli, la consagración total de Alberti, la vocación republicana de Azcuénaga y el desprendimiento de Matheu y Larrea”.

“Elegí pensamientos de Mariano Moreno que nos interpelan en ésta realidad que nos toca vivir:

“El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir los delitos. El pueblo no debe contentarse no debe contentarse con que sus jefes obren bien; deben aspirar a que nunca puedan obrar mal”.

“Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía”.

“En éstas últimas palabras es que quiero centrarme. Necesitamos de la educación que es lo que nos dará la libertad de elegir, la que nos permite decidir sobre nuestro proyecto de vida, la que nos brinda herramientas para enfrentar adversidades y la que nos dona de habilidades para ejercer la ciudadanía”.

“Este es el momento de ustedes estudiantes. De aprovechar la oportunidad que tienen para hacer grande a La Patria. La nuestra, la de los adultos, de hacernos responsables de respetar y hacer cumplir ese y todos los derechos básicos para que en nuestro suelo no haya un solo niño, joven, adolescente o adulto mayor que tengan sus necesidades básicas insatisfechas y ahí solo en ese momento, estaremos honrando a esos hombres y mujeres que dedicaron y dieron su vida por una nación justa y soberana” concluyó Tuffilaro y cerró con un fuerte “Viva la Patria”.