Detuvieron a dos sujetos que se dedicaban a robar con la modalidad «Cuento del tío» y secuestros virtuales

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En las primeras horas de la tarde del jueves, la Policía de Bragado alertó a la de Carlos Casares sobre dos sujetos que se movilizaban en un Peugeot 207 que resultaba sospechoso. Esto unido a que algunos bragadenses habían recibido llamadas extrañas, pero nadie había llegado a ser engañado, en el marco de las denuncias por secuestros virtuales que hubo en la zona.
Con este aviso todos los móviles de la policía casarense fueron asignados al rastreo del Peugeot. Lo encontraron estacionado cerca de una agencia de quiniela; adentro estaba un hombre que fue identificado como Martín Bravo (37), domiciliado en Lanús, que no pudo justificar qué estaba haciendo ahí.

 

Lo requisaron al igual que el vehículo y hallaron tres celulares, una bolsa con banditas elásticas, un cargador, dos pares de anteojos, una licencia de conducir a nombre de Cristian Giorgini, la cédula de una moto Scooter y otras pertenencias que conformaban un lote cuanto menos extraño.
Además en el baúl había un maletín Samsonita vacío y una mochila donde había ropa como para vestirse casi con elegancia.

 

Todo era bastante extraño por lo que Bravo fue conducido a la Comisaría para ahondar en la identificación.

El segundo sujeto

Por la documentación incautada se infería que había un segundo sujeto. Efectivos de servicio de calle volvieron al lugar donde habían detectado al Peugeot para ver si encontraban alguna pista. Cuando fueron a hablar con la empleada de la agencia de quiniela, ésta les contó que mientras ellos requisaban a Bravo, vio salir de una casa, distante unos 20 metros, a un hombre joven, bien vestido, que cuando se dio cuenta que estaba la Policía al lado del auto, aceleró el paso y salió en sentido contrario.

 

Con este dato, los efectivos fueron a llamar a ese domicilio, calle Yrigoyen 33. Los atendió Francisca Evelia Perello, una mujer de 88 años. Ella les contó que un rato antes había venido un amigo de su hijo a buscar la plata que ella guardaba y que se la había dado.

 

Todos los móviles fueron alertados sobre las características del estafador que fue interceptado por la Patrulla Rural en el cruce de la ruta 5 y un camino vecinal, presuntamente estaba “haciendo dedo” para alejarse de la ciudad, sabiendo que su cómplice había sido sorprendido por la Policía. Fue identificado como Cristian Andrés Giorgini –también de Lanús- , cuya licencia de conducir estaba en el Peugeot.

 

El dinero en una camioneta

 

Pero el sujeto no tenía el dinero de la señora Perello y, por supuesto, no reconoció su participación en la estafa. En el convencimiento de que la había tirado o escondido (descartase en la jerga), empezaron a buscar por el rumbo que, según la empleada de la casa de quiniela, se había alejado. No tuvieron que ir muy lejos, al darse cuenta que los habían descubierto, optó por su presunta seguridad: tiró la bolsa con los 59.600 pesos en la caja de una camioneta que estaba estacionada en las inmediaciones.

 

La secuencia fue tan clara que el fiscal actuante, Juan Martín Gárriz dispuso de inmediato el secuestro del vehículo, la aprehensión de Bravo y Giorgini y la restitución del dinero –en carácter de depósito judicial provisorio- a una hija de la víctima.

Los dos sujetos, imputados inicialmente del delito de estafa, eran indagados ayer por Gárriz quien pediría la detención de ambos.

 

La opinion

Pie Bitanhaus

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