Dos meses esperando un botón gástrico de IOMA para su hijo que chocó en moto trabajando y sufrió graves heridas
La noche del 22 de marzo, pleno inicio de Pandemia, Elías Giménez, se encontraba trabajando de delivery y colisionó con otra moto conducida por un joven de 17 años, en calle Lavalle y Ayacucho.
Lamentablemente al producirse el choque, sufrió lesiones de gravedad, siendo trasladado por SAME al hospital Municipal, inconsciente. Ingresó al nosocomio, con un traumatismo de cráneo grave, contusión pulmonar bilateral, pronóstico reservado.
Esa misma madrugada, fue intervenido quirúrgicamente, por el Dr Sosa.
Gabriela Alfredo, mamá de Elías, decidió luego de ir varias veces a IOMA por cosas que fue necesitando su hijo, hacer visible las situaciones que se viven con la prestadora sobre todo en los tiempos que manejan para responder a las necesidades que surgen.
En diálogo con la gaceta, Gabriela, luego de ser atendida otra vez, “Se vive con mucha angustia teniendo que estar viniendo todas las semanas por éstas situaciones que no solo es la de mi hijo sino seguramente la de mucha gente”.
“Mi hijo tuvo un accidente gravísimo, donde gracias a Dios intervino el Hospital Municipal, fue saliendo adelante poco a poco. Pudimos conseguir su certificado de discapacidad y una pensión voluntaria con IOMA que lamentablemente no sé si fue la solución porque nos encontramos con este tipo de situaciones” explica Gabriela.
“Estuvo en Terapia Intensiva, muy, muy grave, con asistencia respiratoria, gastro, mucha medicación, con secuelas terribles y pasó por varias cosas, operación, neumonía, traqueotomía, entre tantas otras cosas. Ahora está internado en Junín en un centro de rehabilitación en la Ruta 7”.
“La lucha con IOMA es constante porque no te dan las prestaciones, tardan en entregarte la medicación, me prestaron una silla de ruedas postural y todo tarda. Hace dos meses que estoy pidiendo el botón gástrico y no encuentro respuesta y tampoco tengo los medios para comprarlo. No estoy en una posición económica para poder comprarlo de forma particular y ahora llego a esto porque necesito visibilizarlo”.
Gabriela profundamente agradecida al Hospital Municipal y a mucha gente que colabora desinteresadamente con cosas que va necesitando para cuidar a Elías. “Me han donado un montón de cosas que se necesitan para él, porque después de estar en el hospital estuvo algunos meses en mi casa y la gente es sumamente solidaria y estoy muy agradecida”.
“Hace casi dos meses que está en la clínica en Junin y todavía no sabemos cuánto tiempo tiene por delante y 9 meses del accidente. Necesitamos que nos acompañen, sabemos que no somos la única familia que se encuentra con estas situaciones desafortunadas” pide Gabriela.
Elías, trabajaba esa noche y tenía muchos sueños por delante. Se estaba preparando para ingresar a la Escuela de Policías Vucetich en La Plata. La peleó y desafió todas las situaciones que se presentaron para estar vivo y no puede ser que la mayor traba, su familia la encuentre en la prestadora IOMA que tiene por su certificado de discapacidad por las graves lesiones que sufrió.
Su mamá, incansable, recorre todos los lugares que le sugieren, pero pasan los días, golpea puertas, se reúne con unos y con otros, sigue cada consejo que le den para tratar de conseguir todo lo que necesita su hijo para su tratamiento. Cansada de esperar ya dos meses el botón gástrico que es necesario porque el cuerpo de su hijo sufre las consecuencias del uso de las sondas durante tanto tiempo, fue nuevamente a IOMA y de ahí le sugieren hacer un recurso de amparo, ir al Juzgado, luego de ya haber pasado por la Defensoría del Pueblo y no haber encontrado tampoco la solución.
Ella sabe, y no se cansa, pero no puede ser que a la angustia por el estado de salud de su hijo donde toda la vida les cambió en un segundo, se le sume la angustia de esperar, de caminar, de ir a un lado y otro, de renegar porque nadie, hasta ahora, le da una solución.