El Abuso Sexual Infantil, por Ivan Sallen

Los medios generalmente se centran en un margen de temas de los cuales nos “informan”. En nuestro país constantemente vemos hoy que los medios nos bombardean con tres tipos de noticias, la crisis económica, los robos y los femicidios, hechos de enorme relevancia social, pero que dejan por fuera otras temáticas de tanta o igual importancia que estas. Este es el caso del abuso sexual infantil, tema que ha quedado relegado como a un segundo plano.

El abuso sexual infantil es un hecho mucho más común de lo que podemos imaginarnos, pero al ser una situación tan aberrante lo que se intenta es silenciarlo todavía más, no se habla del tema, es decir, sigue siendo un tema tabú. Las estadísticas y los estudios señalan que el abuso se perpetra sobre todo en el ámbito familiar, es decir, es un sujeto de la familia o cercano a la familia el que comete el delito. Por supuesto, el adulto o la adulta tienen acceso al niño/niña, confianza con la familia y con la víctima, muchas veces (en la mayoría de los casos) son los mismos padres o padrastros, que, con una total impunidad, y a veces con la complicidad y el silencio de otros sujetos de la familia, destruyen la vida de los niños y niñas para siempre.

El segundo ámbito de violaciones, aunque estadísticamente menor pero no así menos grave, se lleva a cabo en diversas instituciones. Vemos de vez en cuando que ocurren situaciones en jardines, escuelas, instituciones religiosas e instituciones municipales para niños y niñas, etc. Una maestra, un profesor de música o educación física, un sacerdote, un coordinador de grupo, que tenían un acceso, tiempo y espacio, con el niño/a o adolescente, aprovechándose de esto, sumado tal vez de un cierto carisma o una cercanía con la victima que lo hace todavía peor. Lamentablemente en muchos casos las instituciones no tienen ningún tipo de control. Siempre los sujetos que llevan a cabo estas aberraciones tienen una doble fachada, son y actúan de forma normal para el exterior. Pero ahora bien, nunca dejan de existir indicios. 

Muchos de los casos pueden ser evitados. En primer lugar, son los padres los que deben estar atentos a sus hijos, y esto por medio del dialogo, es decir, propiciando que su hijo/a tenga el espacio y la confianza suficiente para poder hablar de las situaciones que le acontecen, sin naturalizar los mismos. Cuando un abuso sucede, el hecho genera vergüenza y miedo, y los niños callan. La sexualidad y la psiquis del niño no están desarrolladas, por tanto, no entienden realmente lo que está sucediendo, saben que está mal pero no saben por qué. Por esto el acompañamiento y el control de los papas es indispensable, con quien dejan a sus hijos, en que espacios lo hacen y desarrollan sus actividades, cuantos adultos hay a cargo, quien controla y quien es realmente responsable. Aún existe mucha liviandad sobre este tema. 

Esperemos que exista una mayor concientización sobre el tema y les dejamos una página con más información: https://www.argentina.gob.ar/abusosexualinfantil

Ivan Sallén

Técnico en minoridad y familia