El ejemplo del general San Martín, en lunfardo… Por Carlos Armando Costanzo
El ejemplo del general San Martín, en lunfardo…
Hoy, más que nunca, la patria, el país y nuestra sociedad, en su conjunto, necesitan, de un modo urgente y perentorio, el ejemplo tan aleccionador y edificante, del general José de San Martín, al conmemorarse el 172 aniversario del tránsito a la inmortalidad, del glorioso Capitán de los Andes y Libertador de América, fallecido en la ciudad de Boulogne – sur – Mer (Francia), el sábado 17 de agosto de 1850, a los 72 años de edad. Había nacido en Yapeyú (actual provincia de Corrientes), el 25 de febrero de 1778.
Un bello, colosal y eterno ejemplo de auténtico y profundo patriotismo, grandeza ética, entereza moral, integridad y rectitud de conducta, justicia, verdad, austeridad y honestidad.
Un ejemplo extraordinario y admirable, que constituye un luminoso y brillante faro, un sabio pensamiento, un ideal, sublime y puro y, un rumbo rector y esperanzado, para todos los argentinos.
Un ejemplo que, nos libre del país que nivela e iguala siempre hacia abajo, con incultura, ignorancia y miseria dependiente, y de esta triste y obscura Argentina, del siempre lo mismo y del más de lo mismo, donde no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todo resulta igual, toda da lo mismo y, todo termina, indefectible e inexorablemente siendo, siempre lo mismo y, más, más de lo mismo…
Un ejemplo que, nos libre del rencor, las antinomias, los egoísmos, las bajezas y ruindades humanas, la ambición dineraria, la enorme decadencia, la paciente y silenciosa resignación conformista, la vulgaridad, la mediocridad, la carencia de proyectos, motivaciones y expectativas, las falsedades y mentiras, el enriquecimiento ilícito, la corrupción y la inagotable podredumbre…
Un ejemplo que, nos salve de los chantas de siempre, quienes engrupen o engañan, de un modo asiduo y permanente, a la gilada, cada nuevo día, mediante una cortina de humo distinta, porque su primordial objetivo, única intención y principal propósito, consisten en conservar las prebendas, privilegios y beneficios personales; que no cambie nunca nada y, todo siga igual o peor de lo que está… Allí residen, pues, la clave y el secreto del gigantesco curro y negocio, bajo la cínica y maquiavélica consigna del Gatopardismo: “Hay que cambiarlo todo, para que nada cambie”.
Un ejemplo, modelo, arquetipo o paradigma, que nos recuerde la esencial y emblemática frase: “Serás lo que debas ser, o no serás nada”. Quiera Dios que, en las horas del futuro, dejando atrás, el patético drama y la escalofriante pesadilla de los chantas – quienes destruyeron los principios y valores, el sentido ético, la conciencia moral, la justicia, la verdad, la educación y la enseñanza, la honestidad y la sagrada cultura del trabajo -, volvamos a ser, la feliz y añorada Argentina perdida…
Al General José de San Martín, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Debute General, en este día, / manyando el viejo ayer – tiempos mejores -, / por la Patria, de fieros sinsabores, / le pido su hondo embale y su energía. / Hacen falta, gran capo, su fiel guía, / sus principios pulentas y rectores; / su más posta moral y sus valores, / su parola y su heroica valentía… / Frente a tanto balurdo y mishiadura, / que usted sea la unión, forte y segura, / junto al sable, el yobaca y el clarín… / Y que cope la Patria, muy diquero, / todo el sol de su ejemplo verdadero, / General Don José de San Martín.
