El hombre se llamaba Alejandro Elizondo y tenía 58 años. En esa misma casa vivía con su hermano que es paciente psiquiátrico; para este hombre su hermano estaba durmiendo o no quería salir de la habitación.
“Venimos a buscar a Alejandro Elizondo” le dijo un policía a un hombre que lo atendió a la puerta en una casa de Capital. Y este le respondió: “Ahí está durmiendo en su pieza hace días”. El policia entró a la casa y se topó con el horror. El hombre estaba sin vida y con signos de haber sido comido por perros. El protocolo se activó de manera inmediata y el fiscal ayudante Francisco Nicolía y los brigadistas de UFI Delitos Especiales realizaron una exhaustiva investigación para establecer qué ocurrió en el interior de esa vivienda.
Una de las primeras pericias realizadas fue la autopsia a Alejandro Elizondo, la cual confirmó que falleció por causas naturales. Este hombre fue hallado con parte de su cuerpo desmembrado. La autopsia confirmó que fue comido por los perros y que las mordidas fueron post mortem, es decir, después de perder la vida.
El hermano tenía problemas de salud, tanto psiquiátricos y del corazón. Expresamente hace pocos días había sido operado del corazón (le habían puesto unos stent).
Alejandro Elizondo era el que tenía más contacto con los vecinos y no tanto su hermano, que tiene trastornos mentales severos, manifestaron. Los vecinos se empezaron a preocupar porque no venían a Alejandro salir de la casa y se acercaron varias veces a la vivienda a preguntar por él. Pero su hermano de 57 años siempre les atendió la puerta y les decía que “estaba durmiendo en su pieza” o “que estaba encerrado sin ganas de salir”. Esta situación fue preocupando cada vez más a los vecinos y el domingo decidieron llamar a la Policía para que vayan a ver qué ocurría y se toparon con la horrorosa noticia.
Desde la Justicia manifestaron que todos ayudaban a los hermanos llevándoles comida u para que puedan hacer otros trámites. También informaron que ellos vivían en condiciones muy malas.
Otro de los datos que dieron a conocer es que los hermanos Elizondo no recibían mucha ayuda de su familia y prácticamente se movían ellos dos por su cuenta.
El hallazgo fue en horas de la noche de este domingo, en una vivienda ubicada en el interior del barrio UTA en Capital. En el lugar trabajó personal de la comisaría jurisdiccional, UFI Delitos Especiales y Criminalística.
