«Mateo es un desafío hermoso donde los dos aprendemos»

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Mateo hoy tiene 11 años. Nació pesando 800 gramos cuando su mamá Paola, transitaba el sexto mes de embarazo. Desde el momento de su llegada al mundo, Mateo demuestra unas incansables ganas de superarse y Paola acompaña y estimula.

Fuimos a conocer el espacio de Taekwondo que funciona en el club 17 de Agosto ubicado en Avenida Urquiza 587 a cargo de Enzo Torres con grupos de adultos e infantiles. Se encontró hace un tiempo con un desafío como profe, que lo llena de satisfacción. Mateo se incorporó a sus clases siendo un niño no vidente. Lo que destaca Enzo es que esto es un aprendizaje mutuo.

«La llegada de Mateo a las clases es un desafío hermoso porque le enseño a el, pero yo aprendo también y es una forma de capacitarse que muy pocos tienen la posibilidad de ésta oportunidad. Empecé hace 2 meses dando clases en este lugar».

Paola contó que se acercó a Enzo por una publicación en facebook y que le interesó porque daba clases en el Club y a domicilio que era lo que más le había llamado la atención. Pero, como ella misma cuenta, decidió que Mateo participara de las clases grupales en ese lugar porque «lo saca un poco de la casa» y que eso iba a ser más beneficioso todavía.

Enzo resalta: «Quiero felicitar a la mamá porque me deja a su hijo a cargo y que es un nene de 10 y ella una gran madre. Nos conocimos, me adapté a el. Le enseño desde lo auditivo y por contacto. Esto le facilita muchas cosas, le da seguridad al moverse, ya corre por el espacio y es muy hermoso lo que está viviendo Mateo».

Consultado sobre qué siente que el le da a Mateo y Mateo a el, explica: «Creo que yo le doy seguridad y el a mí me enseña mucho como profesor y también me da seguridad y comenzar este camino con este desafío es hermoso».

Para más información pueden contactarlo en Instagram: Savon Nahuel Torres, facebook Enzo Nahuel Torres o comunicarse al número 2346 658964. También pueden acercarse al club, lunes, miércoles y viernes a las 19 horas horas para los niños y para adultos a las 20 horas los mismos días.

«Taekwondo no es sólo patadas. Es un arte que te da una enseñanza de vida, como muchos decimos es una filosofía, respeto. Le da un carácter, no tiene que ver con la agresividad sino todo lo contrario, es un deporte que va acompañada de una filosofía fundamentalmente con el respeto al otro. Hace casi 10 años que hago taekwondo y me llamó la atención primero el arte marcial que siempre me gustó. Recomiendo hacer taekwondo porque al niño le brinda no solo una actividad física sino también contribuye en la mentalidad y carácter para la vida».

«Mateo en las clases es uno más, no hay diferencias».

Por su parte Paola cuenta que es un luchador desde el día de su nacimiento. Va relatando su historia sin dejar de mirarlo, porque ella creció con el y cuando le dijeron que ya no eran necesarias más consultas a especialistas, ella lejos de eso, busca permanentemente formas de estimularlo. Mateo va logrando objetivos y demostrando que siempre se puede un poco más.

«Encontramos a Enzo en una publicación y quisimos romper la barrera de que haga todo en casa y retenerlo y que pueda hacer algo extraescolar. Fue un bebé prematuro, estuvo internado 3 meses, ahí descubrimos que no veía, se hicieron tratamientos, operaciones y fue saliendo de todo con mucha estimulación, fondo de ojo, gotitas hasta que me dijeron que ya estaba que iba a quedar así y decidimos estimularlo de otra forma. Toca instrumentos, guitarra, batería, participó de la mini liga de handball en el Club Independiente con profesores y compañeros muy solidarios que se prestaron para que lo disfrute».

«En taekwondo, desarrolla la parte motriz que se notan mucho los avances, el daba mucho miedo caminar y ahora desde que viene a las clases se soltó mucho y anda para todos lados. Ganó mucha seguridad para avanzar y se divierte mucho. Al principio pensé que le iba a dar un poco de miedo y yo también tenía un poco de miedo porque pensaba que quizás cambiaba su forma y empezaba a las patadas y la verdad es que nada que ver, todo lo contrario dice que nos va a cuidar a mi y a la hermana pero sobre todo le dio seguridad para caminar y avanzar todos los días«.

Paola siente que es un desafío permanente. «Una siente que lo quiere cuidar de todo y la realidad es que también hay que acompañar que el pueda manejarse en la sociedad y cuesta, me da miedo. Me da miedo un poco la sociedad que juzga pero va bien. Me encanta el cambio que está haciendo, con sus actividades y está bueno que los clubes no tengan esos prejuicios y eso a Mateo le gusta y siempre dice, por más que sea no vidente yo puedo jugar al handball, tocar batería o guitarra, hacer taekwondo porque el es su motor principal. Está muy bueno que eso se inculque en los clubes, canchas, parques».

«Siempre busco estimularlo pero también están los momentos estresantes. Desde que se levanta le vas marcando izquierda, derecha y cuando los ves se puso el buzo cruzado y todos los días eso puede estresar pero podés tomarlo por el lado divertido y jugar con eso para evitar el desgaste porque el también tiene que entender que hay limitaciones y eso puede a a veces enojarlo o tomarlo como un juego. Jugamos con la hermana a quien se pone las zapatillas más rápido gana y buscando esas formas. Trato de estimularlo hasta cuando le hago la comida, por ejemplo fideos blancos en un plato negro para que hagan contraste o con salsa en un plato blanco. Son cosas chiquitas pero vamos haciendo desde casa alunas cosas que sirvan para estimularlo. Mateo es re inquieto y ahora estamos muy contentos con el cambio que está haciendo y estoy muy agradecida con el club y éstas clases en las que Mateo es uno más y como debe ser en todos lados. En la escuela siempre les decimos si hay que retarlo que sea como un nene más. El otro día contó que lo habían mandado a dirección y así tiene que ser. Estoy muy contenta»

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