Razzari: “Somos pocos porque el patriarcado se ocupó de dividirnos, de transformar esta autoconvocatoria que nunca fue”.

ChivilcoyInteres General

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La concejala del Bloque Feminista y presidenta de Maltratocero, María Laura Razzari, cerró la convocatoria del Ni una menos de la tarde de este viernes y destacó que se declararon de interés municipal por unanimidad en el Concejo Deliberante el apoyo a dos leyes fundamentales “que están bloqueadas en el Congreso de la Nación para que todas las niñas y todos los niños huérfanos por femicidios de sus madres deberían recibir la protección económica del Estado hasta que cumplan la mayoría de edad”.

“También logramos que se apoye en transversalidad política la quita de la patria potestad como dice el nuevo Código Civil de responsabilidad parental de los femicidas. Chivilcoy se está convirtiendo lentamente en un territorio violeta”, sostuvo.

 

“Para que siga sucediendo debemos darnos cuenta que hoy la ciudadanía no solamente le está gritando al Estado, sino que se está gritando así misma”, dijo, y subrayó: “Hace seis años atrás la violencia de género en nuestra ciudad no tenía nombre, en 2.010 comenzaba un recorrido desesperante, el recorrido de la ruta crítica que atravesamos todas las víctimas de violencia de género y jamás me habría imaginado que haber tomado la decisión de formar una organización civil, de crear Maltratocero me iba a permitir construir en mí misma una noción política tan profunda y tan rica como me dio el insertarme en el feminismo para poder comprender la violencia de género en todo aspecto”.

“Tengo que `agradecerle´ a mi pasado como víctima de violencia de género porque me dio un saber y unas ganas terrible de dedicar el resto de mi vida a esta lucha”, señaló.

“Comencé dando mis primeros pasos con Maltratocero que fue un poco de todo, un montón de gente dolida, una comisión casi ausente, muchas mujeres acompañando desde su propio dolor a otras mujeres, intentó ser un servicio de asistencia que no pudo sostenerse económicamente y tuvimos que abandonar”, recordó, y añadió: “También fue la experiencia sobre como el Estado clienteliza, minoriza, abandona y explota a las mujeres que nos organizamos desde la Sociedad Civil para acompañar a otras mujeres”.

“También fue un punto de observación desde donde me empecé a dar cuenta que esta situación de abandono que sufrimos las mujeres que estamos en las organizaciones de la sociedad civil no es un abandono que suframos nosotras en forma exclusiva, que también es un abandono, que también es una minorización, exclusión y desvalorización profunda que sufren todas las mujeres que trabajan en los organismos del Estado e intervienen en las rutas críticas cuando dan asistencia a las víctimas de violencia de género”, manifestó.

Seguidamente, expresó: “Las mujeres en todo ámbito de la sociedad somos violentadas y muchas, hasta que nos damos cuenta, somos reproductoras de esa violencia. Por eso muchas veces en la Comisaría de la Mujer sienten que no se encuentran respuestas, a veces las encuentran cuando dan con la persona que tiene el proceso interno para sentir la transformación política y cultural, pero en otras ocasiones encuentran a alguien que únicamente cumple su horario”.

“Ocurre lo mismo en las escuelas cuando encontramos docentes que no quieren dar los debates y directivos que no hallan la forma de articular a su personal para abordar y trasponer la ley de educación sexual integral”, remarcó.

Por último, enfatizó: “Somos pocos porque el patriarcado se ocupó de dividirnos, de transformar esta autoconvocatoria que nunca fue”.

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