Un joven fue golpeado con un fierro en Plaza Varela. Los agresores están identificados y aguardan resultados de la investigación y la justicia
«A mi hijo lo podrían haber matado. No quiero que le pase a nadie más. Espero justicia»
El jueves 16, siendo aproximadamente las 21 horas Samir de 18 años de edad se encontraba con dos amigos en Plaza Varela. Su papá, trabaja en un negocio en las proximidades de la plaza y su mamá recién había llegado de trabajar, vio donde estaba su hijo y entró a la vivienda. La familia vive a pocos metros de la plaza.
Esa noche, Samir recibió el golpe de un fierro de parte de uno de tres sujetos que habían estado «buscando pelea». Las tres personas habían pasado en dos o tres oportunidades en dos motos dando vuelta a la plaza y con actitud provocativa. Ni Samir, ni sus amigos reaccionaron a eso. Poco después, se bajan de las motos en las que circulaban y uno de ellos le arrojó un fierro a poca distancia y le fractura en varias partes la mandíbula.
El junto a sus amigos corre a su casa. Laura, su mamá, escucha los gritos de su hija que vio a Samir llegar ensangrentado y desvaneciéndose. Al ver la situación, el padre no duda y lo lleva hasta la Guardia del Hospital Municipal «Dr. Santiago Fornos» donde luego de realizar estudios complementarios confirman que presenta fracturas, que deben operarlo y que necesitará una prótesis.
En diálogo con Laura, explicó: «Cuando escucho el grito de mi hija y veo sangre en la cara de mi hijo, me desesperé y empiezo a lavarle y sentía que se desvanecía. Mi marido lo llevó a la guardia y nos confirman las fracturas y que deben operarlo y ponerle una prótesis. Tenemos fecha para el 31 de marzo, mientras, estos días estuvo en casa con una vía para pasarle la medicación, una internación domiciliaria. Estoy muy agradecida a Genaro que nos trajo Ensure y estuvo presente y a disposición de lo que necesitáramos, también el hospital que se movió muy rápido para conseguir la prótesis que necesita mi hijo y esperar a que el 31 lo operen».
«También me llamó el Secretario de Seguridad Arturo Pertosa y se acercó hasta mi domicilio el Jefe de la DDI Federico López quien nos explicó detalles de la investigación y quien también me dijo que ante cualquier cosa me comunique con el. En parte me deja tranquila porque no quedó en la nada y espero que avance la investigación. Son M.G, S.G. y S.T.» explica Laura. (al haber investigación en curso reservamos la identidad de los presuntos agresores que son mayores de edad)
Consultada sobre la situación, ella resume en varias palabras, indignación, preocupación y justicia, porque quiere que los responsables paguen por lo que hicieron y destaca: «Lo que le pasó a mi hijo puede pasarle a cualquiera porque según lo que pudimos saber es como que buscan este tipo de cosas. Podrían haberlo matado sin duda. Tengo que agradecer que le haya golpeado en la cara y no en la cabeza y que haya sido peor o que lo mataran. Ni mi hijo ni sus amigos tienen relación con los tres agresores. Uno de ellos ya había agredido a mi hijo en Avenida Sarmiento hace un tiempo y también fue sin motivo».
Se radicó la denuncia esa misma noche, se entrevistó con la Dra María José Lombrado de la Ayudantía fiscal y los tres están reconocidos por Samir y testigos del hecho.
Sobre como dieron con los agresores, Laura dice: «De uno ya sabíamos el nombre por la agresión anterior y de los otros los fuimos buscando por redes sociales. Hoy mi preocupación es la operación y recuperación de mi hijo. No es porque es mi hijo, pero no es un chico que se meta en problemas, que ande en cosas raras, prácticamente no sale, quiere estudiar y esto claro que nos cambió la vida a todos de un segundo a otro».
Para finalizar, Laura destacó: «Mi preocupación y la indignación que sentimos con mi marido, es que mientras que Samir está pasando por todo esto, estos tres están tranquilos. No dudo que es una actitud que repiten los agresores y como nunca pasa nada, seguramente vuelvan a pegar, a lastimar a otro si no lo hicieron ya. No quiero que le pase a nadie más, a ningún otro chico más y que se hagan responsables de lo que hicieron con mi hijo. No quiero que no pase nada, por eso quería que se conozca la situación, que actúe la justicia como debe ser y que paguen lo que hicieron, pero sobre todo que no le pase a nadie más. Lo podrían haber matado».