La mamá de Belén San Roman denunció: “Tobías Villarruel de Chivilcoy, el que viralizó fotos y videos de mi hija, hostigándola y amenazándola, hizo que ella termine con su vida”.

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Tobías Villarruel es investigado por haber viralizado material íntimo de Belén San Román. El entorno de la joven denunció amenazas y hostigamiento por parte del hombre, que está detenido por robo.

Graciela Álvarez, la mamá de la policía que murió, denunció en su cuenta de Facebook: “Tobías Villarruel de la ciudad de Chivilcoy, el que viralizó fotos y videos de mi hija, hostigándola y amenazándola, hizo que ella termine con su vida”.

En ese posteo, Álvarez contaba que Belén tenía “dos pequeños hijos que ama con todo su ser, como así su trabajo, orgullosa de pertenecer a la fuerza policial”. Y continuó: “Tan culpable esta lacra, como todos aquellos que viralizaron. El ser humano es la peor de las especies en este mundo enfermo. Ojalá sus sucias conciencias no los dejen vivir en paz”.

Las amigas de Belén San Román, la policía de 26 años que se disparó en la cabeza después de que su expareja Tobías Villarruelviralizara material íntimo para extorsionarla, dieron detalles sobre la relación entre la víctima y el victimario, quienes se conocían a través de las redes sociales. En diálogo con TN, afirmaron que el hombre, que lleva dos años detenido por robo, tenía planeado hostigar a la agente desde un primer momento. También denunciaron las amenazas que tanto ellas como la joven sufrieron por parte del delincuente. “Él decía que iba a salir a publicar más cosas para que ella perdiera todo”, relataron.

De acuerdo con las amigas de Belén, el calvario de la policía inició cuando Villarruel comenzó a acosarla y a amenazarla con difundir sus fotos y un video íntimo, que finalmente terminó dando a conocer.

“Creo que ninguna se dio cuenta de lo mal que ella estaba, porque nos pintaba otra cosa”, expresó Martina, una de sus amigas. Además, dijo que sospecha sobre la posible existencia de otras razones que expliquen la drástica determinación de la agente, que murió el viernes último producto de la gravedad de la lesión en su cabeza.

“Todavía no entendemos qué fue lo último que pasó para que ella tomara esa decisión. Además del video y de las fotos, creemos que hubo otra cosa”, sostuvo la joven, que afirmó que Villarruel tenía todo planificado desde el comienzo de la relación. “Creo que desde el primer momento que él empezó a hablar con ella lo tenía todo planeado”, aseguró.

En tanto, Débora, otra de las amigas, contó cómo afectó a Belén la difusión del material íntimo que la tenía como protagonista. “Ella la pasó muy mal. Era muy vergonzosa y todo le dolía”, afirmó. Asimismo, denunció que el hombre de 25 años no solo hostigaba a la policía, sino también a su familia y amigas.

Sobre este último punto, Martina completó: “Yo tuve amenazas de él mediante Instagram. Me amenazaba para que le dijera a Belén que la terminara, porque él tenía muchas más cosas que iba a publicar para que ella definitivamente perdiera todo”.

Finalmente, las amigas de Belén consideraron que, de seguir ella con vida, Villarruel hubiese continuado hostigándola, ya que estaba ensañado con la policía.

“Él pudo haberle causado mucho más daño. No lo logró porque esto terminó en una tragedia, pero por lo que tenemos entendido la había amenazado con que iba a salir y la iba a buscar”, relato Débora.

En ese sentido, Martina explicó que el hombre estaba próximo a acceder a una “régimen abierto” para luego obtener la libertad, por lo que Belén temía no solo por su vida, sino también por la de sus dos hijos, su familia y sus amigas.

Belén San Román, la policía de 26 años que se disparó en la cabeza después de que un hombre viralizó material íntimo para extorsionarla. De acuerdo con la familia de la víctima, la joven y Tobías Villarruel, quien está detenido por robo desde 2018, tenían una relación a través de las redes sociales, pero no eran pareja. En ese contexto, el hombre traicionó la confianza de la agente y comenzó a amenazarla con difundir una serie de imágenes que ella le había compartido de manera privada. Finalmente, lo hizo y todo terminó en tragedia.

El vínculo entre Belén y Villarruel se desarrolló de manera virtual. Él se encontraba preso por el delito de “robo calificado” desde hacía dos años. Sin embargo, la agente de la policía Bonaerense, que era madre de dos nenes y cumplía funciones en el Comando de Patrulla Rural de Bragado, creyó que se trataba de un “buen chico” y decidió darle una oportunidad.

Con el correr del tiempo, la relación entre ambos se volvió más estrecha y la joven mantuvo una serie de videollamadas íntimas por celular con el hombre de 25 años, que cumple un régimen abierto y se encuentra próximo a salir de la cárcel.

Según pudo saber la periodista de TN Mariana Segulín, fue en uno de esos encuentros cuando Villarruel se valió de un segundo teléfono móvil para grabar a Belén. Después, comenzó a extorsionarla hasta que finalmente difundió las imágenes, que no tardaron en viralizarse por toda la ciudad.

“Él tenía todo planeado desde que empezó a hablar con ella. Le dijo que iba a salir a publicar las cosas para que perdiera todo”, afirmó una amiga de la joven, que agregó que la agente “la pasó muy mal” a raíz del constante hostigamiento que sufrió por parte del hombre.

Abrumada por la situación, la policía se disparó en la cabeza con su arma reglamentaria el 30 de noviembre. Antes, les escribió mensajes a sus compañeros de la fuerza, quienes alertados por la situación fueron a su casa y la encontraron desvanecida en el suelo.

Gravemente herida, Belén fue trasladada de urgencia al Hospital San Luis de Bragado, donde la operaron y permaneció cuatro días internada en terapia intensiva. Sin embargo, murió el viernes.

El reclamo de una ley para penar la difusión de contenido sexual íntimo

El sábado, familiares y amigos de Belén marcharon en Bragado para reclamar justicia. Bajo el lema “Si tocan a una, nos tocan a todas” pidieron impulsar el proyecto de ley para incorporar como delito “la difusión no consentida de contenidos sexuales íntimos” que tendrá pena de prisión de tres a ocho años y multas.

Se trata del proyecto de ley contra la “pornovenganza”, que cuenta con media sanción en el Senado desde julio pasado. El mismo fue redactado por la senadora Claudia Ledesma de Zamora, y modifica los artículos 155 y 169 del Código Penal para que se tipifiquen y se sancione penalmente “la difusión no consentida de contenidos de desnudez, sexual o erótico”, aun si estas imágenes fueron obtenidas con el consentimiento y aprobación de la víctima.

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