Massa pagó 775 millones de dólares al FMI con una estrategia desarrollada en secreto para evitar su fracaso

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Sergio Massa conoció a Ali bin Ahmed Al Kuwari, ministro de Finanzas de Qatar, durante un cónclave organizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en octubre de 2022. Sucedió en Washington y hubo diálogo fluido mientras la guerra en Ucrania preocupaba por su impacto económico global y la sequía en la Argentina era una amenaza que estaba en camino. Después se encontraron en Bengaluru cuando el G20 de ministros de Finanzas y titulares de los Bancos Centrales deliberó en esa ciudad moderna de la India. Allí la relación política entre el ministro Massa y su colega Al Kuwari se profundizó, en un momento que ya había una negociación secreta con Kristalina Georgieva para recalibrar las metas acordadas entre Argentina y el Fondo.

Massa recordó a Al Kuwari cuando asumió que el board del FMI no desembolsaría los millones de Derechos Especiales de Giro (DEG´s) indispensables para cancelar los vencimientos de julio y agosto. El ministro de Economía diseñaba una mecanismo financiero que le permitiera pagar 3.400 millones de dólares para no caer en incumplimiento (arrears, en términos técnicos), y a su lista corta encabezada por un crédito puente de la CAF y el swap de China agregó un “Acuerdo de Facilidad” con el Estado de Qatar.

El jefe del Palacio de Hacienda entiende las reglas de juego en el tablero global y no podía transformar a China en su principal coartada financiera para enfrentar la cautela del board del FMI que había decidido esperar hasta el resultado de las PASO antes de autorizar un desembolso atípico de 7.500 millones de dólares previstos -supuestamente- para la última semana de agosto.

En este contexto geopolítico, Massa logró el aval de Xi Jinping, pero a continuación sumó el crédito puente de la CAF y el Acuerdo de Facilidad que negoció bajo el radar con su colega Al Kuwari. Estas tres negociaciones surgieron tras un informe reservado que formuló el staff técnico más cercano al ministro de Economía.

Se trata de un scrum que incluye a Gabriel Rubistein, Leo Madcur, Gustavo Pandiani, Guillermo Michel, Lisandro Cleri, Eduardo Setti y Marco Lavagna, entre otros funcionarios del Palacio de Hacienda. Este equipo acercó la información esencial para desembocar en los acuerdos con la CAF, China y Qatar.

Aunque el staff del FMI haya confirmado sólo reuniones técnicas e informales con economistas de Juntos por el Cambio, Massa cree que los eventuales ministros de Economía de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich hicieron lobby en Washington para trabar los desembolsos destinados a pagar los vencimientos previstos hasta noviembre.

Desde esta perspectiva, el titular del Palacio de Hacienda se movió con estricta reserva en las negociaciones que protagonizó con Al Kuwari, ministro de Finanzas de Qatar. En las cercanías de Massa se hizo la siguiente especulación: el jeque de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, es amigo personal de Mauricio Macri, y jefe directo de Al Kuwari. Ergo, si se filtraba la información, Macri podía boicotear el acuerdo con Qatar.

La cautela en el Quinto Piso del Ministerio de Economía también se aplicó en la información que llegaba a la Casa Rosada y a la Cancillería. Alberto Fernández fue informado por Massa, pero los datos claves de la jugada financiera jamás cruzaron del Palacio de Hacienda a Balcarce 50.

“Fue una jugada de Sergio (Massa). Se le ocurrió a él, y él la ejecutó”, comentó Alberto Fernández en la Casa Rosada cuando se le preguntó sobre el apoyo de Qatar a la Argentina.

La misma información que transmitió Massa al Presidente llegó al Ala Oeste de la Casa Blanca y al Whatsapp de Kristalina Georgieva. La administración de Joseph Biden juega un papel relevante en el board del FMI, y Georgieva es directora ejecutiva del organismo multilateral de crédito.

Massa tiene una agenda de ministro de Economía que se cruza con su campaña como candidato a presidente por Unión por la Patria. Hace unos días participó de la reunión extraordinaria del directorio de la CAF convocada para autorizar el crédito de 1.000 millones de dólares que se usaron el pasado 31 de agosto.

Esa reunión ocurrió en Washington, mientras el titular del Palacio de Hacienda se encontraba en La Rioja como candidato. Massa no podía estar ausente del cónclave y siguió las deliberaciones desde un vestuario de la cancha que había utilizado para hacer su discurso proselitista.

Al Kuwari estaba en Ginebra cuando Massa apareció en la pantalla de zoom. El ministro de Economía había amanecido en Córdoba, y un día más tarde (viernes 4 de agosto) tenía que pagar 775 millones de dólares de intereses al FMI. La negociación final duró dos horas, y cuando Al Kuwari apagó la pantalla, Massa ordenó a su staff que revise el contrato que había sido girado desde Doha. Madcur, jefe de asesores de Economía, se hizo cargo del paper en ingles con más de 50 fojas.

Los DEG´s de Qatar llegaron sin dilaciones a la cuenta del FMI, y el viernes a las 9.00 en punto (hora de Argentina), Massa confirmó que el pago estaba ejecutado. Después regresó a la campaña electoral.

Román Lejtman, Infobae

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