Opinión ciudadana, Luis Desia
Sorprende la modalidad adoptada por el nuevo gobierno municipal de constituir una Comisión de Notables para compilar y evaluar supuestas irregularidades ocasionadas en retrospectivas administraciones designando a un grupo de coterráneos en forma selectiva omitiendo integrar al género femenino y sin facultades soberanas como sí la tiene el jefe comunal que en ejercicio de tal condición no debió delegar dicha función por cuanto es de su exclusiva responsabilidad denunciar ante la Justicia las desprolijidades detectadas.
Me parece correcto frente al lógico clamor del vecino contribuyente que se investigue sobre eventuales actos de corrupción por cuanto somos quienes nutrimos las arcas del municipio, a través del pago de las tasas y cuando se hace un indebido uso de los recursos, se nos defrauda, dando comienzo a hechos delictivos; además, si estas estas circunstancias se eludirían en esclarecerse quedaría asentado un pacto de impunidad a lo que honestamente la actual gestión busca evitar.
Aunque la idea nos pareciera retroceder a épocas de persecución ideológica, ahora sea necesario reinstalarlas para combatir el mal manejo de la cosa pública de los funcionarios instalada en estos últimos años en la administración pública, pero interpreto que son las instituciones las que tienen que intervenir para deslindar las responsabilidades según corresponda a Derecho de acuerdo al propio Estado de Derecho, ordenado por el gobernado.
En nuestro caso específico, resulta el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia, Organismo que a través del análisis de la Ordenanza Fiscal e Impositiva, audita los ejercicios fenecidos de cada gobierno municipal. Además, debe destacarse que ante dicho organismo cualquier vecino contribuyente, detectando una irregularidad de gestión puede formular la denuncia sin necesidad de intermediarios.