El mal tiempo con que amaneció el domingo, mostró también un amanecer diferente en el paisaje urbano, para la inmensa felicidad de muchos ¿o no?
¡Apareció la propaganda política!
Los banners con rostros sonrientes y leyendas originales, se apostaron en las esquinas más estratégicas de la ciudad. Los aspirantes a convertirse en gobierno con promesas de campaña, las tradicionales, las de un futuro mejor. El oficialismo local exhibiendo a través de las redes sociales las adquisiciones y las obras realizadas.
Promesas versus concreciones. Como siempre.
Promesas por un lado, hechos concretos por el otro, conforman el menú de propuestas, clásicos de las campañas políticas. Serán prolongadas jornadas de ajetreo, movilización interna y esfuerzos. Primero hasta el 13 de agosto luego hasta el 22 de octubre. Se aproximan tiempos de críticas, análisis y chicanas…mucho de chicanas. Nada nuevo bajo el sol de la política, aunque como dice el refrán, la esperanza es lo último que se pierde.
«El nieto de María»
