Por Carlos H. Lapenta
El último jueves en el Concejo Deliberante la sociedad chivilcoyana dio muestra de uno de los mayores y ejemplificadores logros colectivos: la imposición de varios nombres de calles reconociendo a mujeres, algunas de ellas que han dejado profundas huellas de cultura y trabajo en beneficio de la ciudad.
Las ocho calles de referencia darán a partir de las próximas horas, una vez promulgada la ordenanza respectiva, identidad más precisa al barrio San Ceferino cuyas calles, hasta el momento carecían de nombres. Y cuando como comienzo este comentario expresando que la “sociedad chivilcoyana dio muestra de uno de los mayores y ejemplificadores logros”, es una afirmación basada en el triunfo que tuvo el diálogo, la consulta, la propuesta y finalmente la decisión que tuvieron los vecinos del barrio con el Concejo Deliberante.
En su momento se había solicitado ante el cuerpo deliberativo que se impu siera nombres a las diferentes arterias de ese vecindario y, como surge habitualmente en estos casos muchas veces los nombres en danza son producto de los afectos, la idolatría, la pasiones, las ambiciones políticas o cualquiera otra circunstancias que no siempre se condice con la meritocracia. En esta oportunidad fue todo muy distinto. El Concejo Deliberante, con excelente criterio, optó en primer lugar por resguardar el lugar con sentido coherente y buscando esa coherencia propuso que las calles a designarse tuvieran un hilo conductor. Esa fue la propuesta que se transmitió a los vecinos y estos en diálogos entre ellos coincidieron en que las calles de su barrio se identificaran con la mujer, un reconocimiento alejado del feminismo a ultranza tan en boga en estos días y tan merecido para estas damas que tanto hicieron para la sociedad.
En homenaje a la mujer, con las nuevas calles del barrio San Ceferino se ha optado por el mismo criterio que con las calles del barrio Adas, que también han sido identificadas con nombres de mujeres. Vale destacar nuevamente la valiosa actitud del Concejo Deliberante solicitando la opinión del barrio y el trabajo, también muy valioso del vecindario.
Cuando se trabaja en armonía los logros no son imposiciones forzadas sino que tienen el sabor a triunfo compartido. Las nuevas calles son Dorotea Duprat; Leontina Poch; Eloísa Gutiérrez; Julieta Lanteri; María Remedios del Valle; Victoria Ocampo y Luisa Henry. Ahora el barrio San Ceferino, no solo lucirá esplendoroso y coqueto, sino también que el nombre de sus calles identificara con mayor exactitud los domicilios del vecindario. (Ampliaré información en próxima entrega)
