Estafas telefónicas: el «call center» gitano de Junín que recaudó más de un millón de dólares. Diez detenidos

DestacadaInteres GeneralPoliciales

Una efectiva labor judicial y policial logró desactivar una organización que realizaba estafas con la modalidad cuento del tío, y que operaba desde una propiedad de calle Alsina al 800 de nuestra ciudad. La banda estafó a gente mayor de Junín, localidades de la región y también de CABA. Había ‘telefonistas’, ‘valijeros’ y ‘recaudadores’ que pasaban a ‘levantar’ el dinero recaudado. Mas de diez detenidos y se estima que recaudaron más de un millón de dólares.

Los detalles

Una prolija y minuciosa investigación policial y judicial permitió desenmascarar una organización delictiva, integrada por gitanos que habían montado un call center en una casa en Junín, desde donde llamaban a distintas personas a quienes estafan con la modalidad de cuento del tío. Este grupo de al menos siete personas estaba encargado de la ejecución del plan. Utilizaban teléfonos celulares marca Nokia, de tecnología vieja, sin acceso a Internet, así no podrían rastrearlos.

La organización era liderada por cinco personas: los mecánicos Nazareno (47), Marcelo (33) y Mateo (22); un vendedor de autos, Jeremías (26) y una psicóloga, Giuliana (31). El centro de operaciones era una propiedad ubicada sobre la calle Alsina al 800 desde donde llamaban a las víctimas cuyos datos sacaban de la guía telefónica “Páginas Amarillas”. Todas eran personas de la tercera edad, las más vulnerables en este tipo de delito.

La organización, denominada centro de operacions criminales, según la denominación judicial, funcionaba con tareas bien delimitadas: ‘los operadores’ del call center eran los encargados de los llamados y el convencimiento de las víctimas, a quienes engañaban con la misma modalidad: Se hacían pasar por un pariente, que estaba en el banco y que se habían enterado que por una disposición, había que cambiar los dólares, porque los que tenían ‘iban a dejar de servir’. Otra de las mentiras que les decían era que “los dólares sin franja dorada” no tendrían más validez o bien, que el Gobierno informó que establecería un nuevo corralito bancario. Los jubilados, pensando que hablaban con sus seres queridos, accedían a entregarles sus ahorros de toda la vida.

Una vez convencida la persona, otra persona, ‘el levantador’ en auto o moto, recibía el llamado del lugar adonde debía pasar a buscar el dinero que la víctima, engañada, entregaba sin ninguna resistencia.

Y había un tercer eslabón, los ‘recaudadores’ quienes pasaban por el domicilio de calle Alsina a retirar el dinero recaudado, que se estima, era volcado a la compra de bienes de distinto tipo.

Según la investigación, a cargo del fiscal Martín Laius, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Junín, el dinero era entregado a familiares y pareja de los ladrones, para adquirir bienes a su nombre, conductas que se están analizando en la Justicia federal de Junín.

Ahora están todos imputados por el delito de “asociación ilícita en concurso real con estafas reiteradas”, que según el Código Penal establece una pena en expectativa de tres años de prisión de mínima (cinco en el caso de los cabecillas) y diez de máxima.

Al allanar el domicilio de calle Alsina, la policía encontró numerosos teléfonos analógicos marca Nokia, páginas amarillas (guiás telefónicas), computadoras, dinero en efectivo (pesos y dólares) y al call center en plena tarea.

Como resultados de los procedimientos, la Justicia incautó al menos cuatro autos, entre ellos un Mercedes Benz, siete motos de diferentes cilindradas, dos Páginas Amarillas, cuadernos con anotaciones, electrodomésticos, 500 mil pesos y 2.800 dólares.   

Si bien las primeras denuncias investigadas descubrieron las estafas con esta modalidad de engaño, la tarea del fiscal Laius, junto a la DDI local, quienes continuaron trabajando en las denuncias que continuaron presentándose, permitió avanzar hasta descubrir que se trataba de una organización y no de uno o dos casos aislados.

Las tareas de investigación derivaron en la detención en julio pasado de dos personas, también ligadas a la comunidad gitana. En tanto, otras cinco están siendo investigadas por su vinculación con los sospechosos. Se las acusa de robarle en un solo hecho más de 15 mil dólares a una mujer de 73 años, oriunda de Junín.

Dos semanas después fue detenida una pareja por estafar por 18 mil dólares a otra anciana. Como particularidad, los llamados se realizaron en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y de las que SEMANARIO diera cuenta el pasado 24 de agosto (VER NOTA RELACIONADA).

“Hay comunicaciones de distintos departamentos judiciales y de otras provincias que tienen en sus investigaciones que son gitanos y que pasan por la zona de Junín. Es que surge que los ‘cobradores’ pasan a recaudar tres o cuatro hechos por día”, explicó una detective.

Si bien coinciden en que los autores de estos delitos suelen ser de la comunidad gitana, se investiga si estas organizaciones tienen vinculación con otras personas.

Seminario de Junin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *