En mi condición de vecino contribuyente al erario público municipal y a derecho constitucional de peticionar, me permito manifestar que vería con agrado que en la transición del Gobierno Municipal, se debata y dispense una preferencial atención al momento de diseñar la gestión de una Política Ambiental para que la misma sea contundente y sostenible para garantizar una acción efectiva para proteger al medio que nos rodea, formamos parte y subsistimos.
Habida cuenta que existe en vigencia el Consejo Municipal del Medio Ambiente, creado por Ordenanza Nº 3896/95; un ente honorario, el cual, en mi opinión debería rehabilitarse pero en función autónoma de la actual Área CAZMA, resultando una herramienta ordenadora sustancial para atender las cuestiones ambientales, para corregir la heredad deficiente del Programa «Basura O» que por hoy como saldo confrontamos toneladas de basuras emparvadas a la par que se desecha el reflotamiento del Relleno Sanitario (Ordenanza Nº 1475/74); paralelo a esto tampoco se recicla para generar biogas en concordancia con el Programa Nacional Biomasa.
Se descuidó la implementación sistemática de la Educación Ambiental, un recurso esencial para promover conciencia e instalar en la sociedad la cultura ambiental con el propósito de saber como eliminar correcta e inocuamente las basuras que producimos, y en base a tal conducta optimizaríamos nuestra calidad de vida. Sería de acierto político rescatar estas ideas que sin dudas contribuirían a resolver la problemática que sobre el rubro padece nuestra ciudad.
