Refugiados en Alberti «Hay un idioma del amor y la solidaridad que no precisa letras y con eso nos vamos a entender igual y después iremos viendo»

Soledad durante recibirá junto a su familia en Alberti a una familia siria. A su iniciativa se le sumó mucha gente que fue colaborando con muebles, ropa y otros materiales para que la familia que huyó de la guerra, encuentre paz.

Ella explica “La idea no fue mía, es de una amiga de Chivilcoy, que tiene la idea de dar refugio y charlamos, me contó y me preguntó si podía contar conmigo y le dije que si. Después me puse a pensar que yo también podía dar refugio porque tengo una casa y me anoté para dar refugio. La verdad es que al principio pensé que era más un sueño y que no se iba a hacer realidad. Si bien no fue rápido, ya había desistido porque ya me había anotado como hace 8 meses en el Centro Cultural Sirio. Llené una planilla y nunca se sabía porque no podían saber cuando iban a poder sacar una familia de Siria para refugiar”.

En este sentido cuenta “Recibí un mail hace unos días preguntándome si estaba la casa disponible todavía para una familia y ahí arrancó el sueño y la movida que fue impresionante. Ellos hoy están en una pensión y estarían llegando a Alberti el 11 de febrero. A través de mis publicaciones en facebook fue impresionante lo que surgió porque no es solo lo material, sino que hubo gente que se ofrece para acompañarlos, para enseñarles el idioma, para decorar la casa. Se movilizó mucho todo y a mi. Uno no toma conciencia que uno no solo está dando refugio con un espacio físico, sino que está refugiando el corazón de ésta familia porque a ellos no les quedó familia, entonces seremos como una gran familia y que haya tantas manos dispuestas a colaborar y dar, no tiene palabra”.

Por otro lado aclara “Gracias a Dios la mayoría apoya, pero hay otras personas que pueden tener miedo. Quiero aclarar que es una familia común como cualquiera de nosotros que está escapando del infierno. La casa de ellos la quemaron, el auto se lo tirotearon cuando se escapaban. No hablan el idioma, están muertos de miedo pero quieren empezar de nuevo. Nosotros todo esto lo vemos en televisión por suerte y ellos lo vivieron y lo que buscan acá es paz y están felices”.

Soledad subraya “No cuestiono a la persona que no está de acuerdo. Pero hay que saber que esto no es un intercambio cultural, ni son turistas, ni se vienen a sacar el hambre en Alberti o eligieron un lugar más tranquilo para vivir, vienen escapando de la guerra. El ahora me cuenta usando el traductor de google cosas y es para ponerse a llorar, escaparon de la guerra y por eso es importante brindarles apoyo y contención y hay que tener cuidado con lo que uno dice”.

Consultada por la forma de comunicarse cuando ya estén instalados, Soledad dice “Es muy difícil lo del idioma. Pensado no tengo nada, creo que será un aprendizaje colectivo y bien intencionado entonces tiene que salir bien. Hay una maestra que se ofreció a ayudar con el lenguaje a los nenes porque hay que escolarizarlos. Después veremos como se puede. Con unas chicas en Chivilcoy fuimos poniendo nombres a las cosas en árabe y en castellano. A la fuerza van a tener que aprender nuestro idioma y nosotros los que estemos más cerca aprenderemos algo de árabe. No es lo que más me preocupa el idioma. Hay un idioma del amor y la solidaridad que no precisa letras y con eso nos vamos a entender igual y después iremos viendo”.

Brindando detalles contó que se trata de un matrimonio y tres hijos “Mira, Gasan y Rafic son los tres hijos, Abdel de 34 años es licenciado en Ciencias Políticas pero no puede ejercer porque no maneja el idioma. El estaba haciendo un trabajo de derechos humanos en el Libano. Amani de 26 años. Las edades de los varones es de 6 y 8 y la nena de 4. El hace artesanías y tal vez alguien puede colaborar con materiales porque va a empezar hacer eso y le van a dar un lugar para que ella haga pan árabe y otras comidas. Se van sumando cosas para los primeros pasos”.

El martes por la tarde, llegaron a Alberti las donaciones que se juntaron en nuestra ciudad y como dice Soledad, son muchísimas las personas que colaboraron, “Cruz Roja Aregntina que van a venir Alberti con el Presidente que van a traer más cosas para equipar la casa. Creo que en 5 días teníamos equipada la casa, ayer una señora donó la pintura para toda la casa, es muy lindo lo que se genera porque fueron muchos los que participaron y se siguen sumando. Quiero agradecer a todos”.