Según el FMI, entre 2025 y 2026 la economía argentina será la cuarta de mayor crecimiento del mundo

Según el FMI, entre 2025 y 2026 la economía argentina será la cuarta de mayor crecimiento del mundo. La economía argentina será una de las cinco de mayor crecimiento del mundo en 2025, con un aumento del 5% del PBI, solo superada por las proyecciones para la India (6,5%), Filipinas (6,3), Kazakstán (5,5) e Indonesia (5,1%).
Así surge de la tabla de proyecciones para 30 economías seleccionadas que el organismo reporta en una página del “Panorama Económico Mundial” que actualizó este mes. El Fondo arriesga también proyecciones para 2026, en el que el PBI argentino volvería a engordar 5%, acumulando en el bienio un crecimiento del 10,25%, que lo dejaría en cuarto lugar del ranking de crecimiento de ese período.
El peor de la clase
Así y todo, en los últimos 30 años la Argentina ha sido “el peor de la clase”. Su trayectoria desde 1994, advierte Vasconcelos, revela que la crisis de 2001 y la estanflación que arrancó con la introducción de los cepos a partir de 2011 “son los períodos que cargan con la mayor responsabilidad de esta floja performance”.
La no convergencia de las tres mayores economías latinoamericanas deja tres lecciones, resume Vasconcelos:
- La estabilidad es una condición necesaria pero no suficiente para el crecimiento sostenido.
- Sin sustentabilidad fiscal de largo plazo, los costos de sostener la estabilidad son crecientes
- La apertura con sesgo exportador es necesaria para crecer, pero debe acompañarse de un sólido entramado productivo interno, con capacidad para crear y difundir y alimentar Pymes pujantes, como se desprende de los modelos de “crecimiento endógeno” de Paul Romer, Nobel de Economía 2018, que suele citar el presidente Javier Milei.
Para completar el triángulo, enumera el estudio, se necesita abrir la economía de modo sostenible, formalizarla modernizando las leyes del trabajo, y tener una presión fiscal moderada y que evite los impuestos más distorsivos (retenciones, al cheque, Ingresos Brutos, abuso de tasas municipales).
Ordenando la economía y colocando los incentivos adecuados, dice Vasconcelos, la Argentina tiene amplio margen para recuperar en términos de crecimiento, aun cuando el forjado de instituciones (políticas de estado) y la mayor inclusión y mejor calidad educativa vayan a un ritmo más lento. “El ajuste fiscal de 2024 -concluye, en tono positivo- podría haber llegado a tiempo para encauzar variables claves, como el gasto público, que como porcentaje del PIB estaría volviendo a niveles “pre-cepos” (inferior al 35%) y para hacer converger en un par de años la deuda pública neta a un nivel inferior al 50% del PBI”.